*Guadalupe dejó de ser ama de casa para embarcarse en la ruda pesca del camarón e incursionar en la del tiburón
Adriana Carlos
La ruda labor de la pesca de altamar ha dejado de ser exclusiva para los hombres, mujeres con agallas y sin temor a los malos tiempos en altamar han optado por embarcarse no sólo en la pesquería de camarón sino del tiburón, que este 1 de agosto inició la temporada en el Pacífico.
El temor a las tempestades no existe en su mente, María Guadalupe Ontiveros Valle conocida entre los pescadores del parque Bonfil como “La Morena” desde hace alrededor de cuatro años ha formado parte de la tripulación de barcos camaroneros y por vez primera zarpó a bordo de un tiburonero rumbo a aguas de Baja California.
Este navío se interna a profundidades de 600 a 800 millas en altamar, la plaza de “La Morena” es de cocinera pero como tripulante tiene la responsabilidad de colaborar en las labores de sus compañeros tripulantes durante captura de las especies de filosos dientes. “Tienes que ser una compañera de trabajo como en cualquier otra área”, indicó tajante.
Guadalupe asegura que no ha sentido discriminación de los pescadores por ser mujer, se siente capaz de obtener otra plaza hasta llegar a ser la patrona de un barco, estar a cargo del navío y de la tripulación para ganar más dinero.
Desde pequeña conocía el sector, su padre era pescador se embarcó por muchos años, es madre de dos hijas, era ama de casa, en un tiempo trabajó como camarista en hoteles.
Pasaron algunos años, sus niñas crecieron hoy tienen 21 y 23 años.
Morena tenía curiosidad de ir a ver cómo los pescadores agarraban el camarón, a la edad de 37 años decidió no quedarse con las dudas tramitó su Libreta de Mar -documento que exige la Capitanía de Puerto a los tripulantes- pidió trabajo en un barco camaronero y se lo dieron.
“Me comenzó a llamar la atención cuando venía aquí –al muelle- a que me regalaran pescado, camarón”. “(se dijo) Me voy de viaje porque yo quiero ver con mis propios ojos y saber cómo se saca el camarón y ya lo viví en carne propia”, expresó.
Cuando te embarcaste la primera vez ¿Te dio miedo?
“No, porque anteriormente yo me brincaba a los barcos para que me dieran bolsas de camarón, me daban hasta 5 kilos porque todos aquí me conocen” , “Las mujeres deben perder el miedo a este trabajo, la mayoría son hombres, sólo hay que darse a respetar”, afirmó.
En los muelles de Mazatlán atracan alrededor de 500 barcos camaroneros, que significan unas 3 mil 500 plazas para pescadores, poco a poco incursionan las mujeres.
¿Qué te dijo tu familia cuando decidiste embarcarte?
“Mi papá nomás dijo que estaba bien. Toda la familia me apoyó, ya están grandes mis hijas, ellas me dicen: Ama no se vaya ¿que no le da miedo? Es todo lo que me dicen pero en sí no se meten en mi vida”, comenta Guadalupe.
“El que no arriesga no gana. Lo que me pongan hacer lo hago pero soy cocinera, en varios barcos de varias compañías he salido. Viendo aprendo lo que no sé. Andamos como unas cinco (mujeres pescadoras), anteriormente eran puros hombres. Me ven como cualquier compañero, es el mismo trabajo”, indicó.
En los camaroneros, como tripulante Guadalupe ayuda en el avituallamiento del navío para zarpar y en altamar descabezando el camarón.
Esta vez por primera vez zarpa junto con otros seis tripulantes en un barco tiburonero, para ella será un reto esta pesquería a la que le gustaría dedicarse.
“Me encanta el camarón, también comérmelo, pero lo que pasa es que la temporada de tiburón es hasta mayo, un poquito más que el camarón, más constante, si me pienso quedar”, agregó.
Se extraña a la familia cuando uno está lejos, -en altamar- pero me tengo que aguantar expresa convencida de que si se lo propone podría ser patrona de barco, ayudando a “la gallada” como llama a sus compañeros.
“Si quiero si llego cómo no, vas a ir subiendo, la verdad que sí puedo ser patrona de barco porque ganaría más yo llevaría el barco fuera al encargo de toda la gente la responsabilidad más que nada es primero eso”, afirmó.
A “Morena” le gusta tanto lo que hace que no piensa dejar de embarcarse “hasta que Dios me de licencia”.
HAY DOS O TRES MUJERES PESCADORAS DE ALTAMAR EN MAZATLÁN: Patrón de Barco
José Manuel Zavala García, patrón del barco tiburonero, señaló que en Mazatlán casi no hay mujeres pescadoras; dos o tres.
“Ella llegó pidiendo trabajo, a mi me faltaba un tripulante y le dije en la cocina no sí me dijo, le pongo hacer cosas a su accesibilidad, ya se ha embarcado, ya se embarca. Me dijo ella yo no he ido al tiburón al camarón sí, le dije con que ya te hayas embarcado con eso los barcos son iguales las maniobras allí te vas acomodar y le digo haz esto y esto…”, comentó.
Para uno de los trabajadores de mar el trabajo de la mujer en los barcos es acepado, con las nuevas normas de que las mujeres ya hacen los trabajos rudos, ya no son exclusivamente para los hombres.
“Así como se está viendo ya para el área de la construcción ahora se va a empezar a ver también en un futuro que las mujeres sean pescadoras también en tiempos inmemorables los trabajos de mar eran exclusivamente para hombres. Con las nuevas normas que hay las mujeres pueden ya nada más es cuestión de que se animen, se van animar a embarcarse ya que el trabajo no va a ser exclusivamente para varones”, recalcó.