MAZATLÁN, SEDE DEL PRIMER SEMINARIO DE PSICOLOGÍA SOCIAL DEL NOROESTE DE MÉXICO

Mazatlán es sede del Primer Seminario de Psicología Social del Noroeste de México, para analizar la problemática que afecta la zona sur de Sinaloa, como la segregación de pueblos por situaciones como la violencia y problemas de la urbanización desordenada.
El seminario es organizado por Facultad de Psicología de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
En representación del Vicerrector de la Unidad Regional Sur, Miguel Ángel Díaz Quinteros, Fabiola Zamora Aguayo, coordinadora del nivel superior en la instituci, señaló que, “Con los nuevos retos actuales en materia educativa, la UAS, hoy se suma a la meta mundial en garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad”.
Así como promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida, en este sentido, estudiantes, académicos, deberán estar abiertos para ser suyos los cambios de desarrollo que imponen el nuevo estilo de vida social, en una perspectiva de la paz, la no violencia y la diversidad cultural, señaló.
Víctor Santos Higuera Castro, director de la Facultad de Psicología Mazatlán, apuntó que “En este seminario que hoy iniciamos analizaremos los pueblos que están siendo separados por situaciones referidas a la violencia, atendiendo los problemas que tenemos que abordar de la urbanización desordenada de este puerto, de frente al turismo a gran escala que está generando grandes problemas urbanos, donde al parecer existe poca planeación”.
Los asesinatos y la violencia que están a la orden del día, como los problemas de flagelación que se están dando en los planteles escolares, donde frente a estos retos los maestros y supervisores de zonas están planeando la necesidad, de que los psicólogos hagamos algo al respecto, ya que en ese sentido recobra importancia la psicología social, en un primer momento para desarrollar procesos de investigación activa y nos permitan identificar cual es la génesis de esos problemas y salir al paso antes de que sean problemas de mayor envergadura.
“Necesitamos generar alternativas, generar procesos de prevención primaria que finalmente salgan al paso desde la ciudadanía, en los espacios de gobierno, políticas públicas y formas de inserción de la comunidad para atender la serie de elementos que nos llevan a situaciones flagelantes”, dijo.