*La presencia de neblina y que aún se registran algunas bajas temperaturas está afectando
*A mediados de mes esperan inicio de la temporada de “pajarito”
Adriana Carlos
Hay pescadores de la Playa Norte que esperan ansiosos este mes de mayo el inicio da la breve temporada de pesca de los “pajaritos”- especies pequeñas altamente demandadas por su rico sabor y bajo precio- mientras otros continúan con la captura de sierra, pargo, vaqueta, entre otras especies, el sustento del día cada vez más dificil.
Este año se espera que el pajarito comience a llegar después del 15 de mayo, comentó el dirigente de la Unión de la Playa Norte, Edgar Moya Acosta, integrada por 32 miembros, “cuando hay buena temporada se llega a traer la lancha 300, 400k, ya estamos esperando a que arribe”.
La gente se da cuenta, antes por periódico por televisión, ahora por vía internet, nada más tomas una foto y la subes y se entera todo mundo se entera, indicó.
“Cuando hay mucho, en la temporada pasada daban la cubeta -de 15, 20 kilos de capacidad- a 200 pesos, 250. Empezando como son los primeritos se eleva la cubeta en 400, 500 pesos ya después va bajando”, señaló.
Los pescadores continúan con sus actividades habituales, pero la presencia de neblina y las bajas temperaturas del agua que se siguen registrando también son impredecibles.
Las labores en esta zona comienzan en las primeras horas del día y terminan hasta la noche. Recientemente algunos de ellos regalaron pescado a gente vulnerable al tener altas capturas que en pocos días disminuyendo drásticamente.
Ahorita algunos apenas sacan un poco de dinero para llevar a su familia aunque a otros no les ha ido tan mal.
El dirigente pesquero explicó que diariamente salen a las capturas, hay diferentes horarios, algunos lo hacen de noche otros en la madrugada.
“Por lo regular la mayoría salimos a las 4 , 5 de la mañana duramos pescando unas cinco horas”, expresó.
Esta ocasión le fue regular en la captura así se le considera cuando se obtienen aproximadamente de 10 a 15 kilos de producción y una buena captura es traer 40, 50 kilos hacia adelante.
“Somos tres o cuatro los que cabemos en una panga, por lo regular se van dos”, señala. Y para salir a la pesca se invierten entre 250 y 300 pesos en gasolina, carnada, hielo y, anzuelo esperando obtener un buen volumen de pescado para sacar el gasto y aparte para llevar “el chivo” a la familia.
“Ahorita agarramos un poco de guachinango, cochito, unas vaquetas”, indicó el dirigente.
El hecho que no haya gente en la playa repercute, el turismo baja por el Covid 19 en días pasados había muy buena zafra a la gente vulnerable se le regaló pescado, pero de una de baja la captura “como entra el pescado se sale”.
“La neblina nos afecta un poco ya que no se puede navegar muy bien, con la neblina nos perdemos estamos desorientados”, dijo.
Pescador desde hace más de 50 años, Don Raúl considera habla sobre las bajas capturas: “El cambio de clima nos está pegando en la torre, a todo Mazatán, en estos meses no debe haber frío y está haciendo frío todavía ya debe de estar cambiado”.
En otros años, recordó las producciones por panga era de 300 kios hasta 500 kilos de sierra.
“Ahorita se batallamos para traer diez sierritas estamos en la crisis de que no hay negocio, antes no batallábamos para sacar un pescado, ahora se batalla”.
¿Mucha de la gente se queda ya por tradición?
No, con perdón de la palabra el hambre hace andar al burro, tenemos que trabajar para mantener a la familia, sino quién los va a mantener.
¿No se salen a buscar otra cosa, es lo que saben hacer?
“Sí, ya viendo dura la cosa hay que meterle a la pala, de peón, de albañil en épocas que esté uno trabajando”.
¿Qué es lo bonito de la pesca?
Lo bonito es que haya mucho pescado, aparte de agarrar la feria hay diversión en la casa, es lo que vale que a la vez de darle para comer y se esté divirtiendo”, señaló.
Mientras filetea el pescado llamado “cochito” sobre una tabla usando la lancha como mesa Gerardo apodado “Chencha” nos comenta que la captura este día no le fue tan mal, en esta ocasión capturó chochito, sierra y pargo.
Otros más dedicados acomodar el hielo para llevar el producto a la venta, a sacar las cosas de las embarcaciones y acomodar todo para el siguiente día permanecían en el lugar.