Flor Silvestre mantuvo su amor eterno por Antonio Aguilar

Una constante en las entrevistas que ofrecía la estrella de la música ranchera y actriz de la epóca de Oro del Cine Mexicano, Flor Silvestre fue el anteponer el sentimiento puro y auténtico al que llamó el amor de su vida Antonio Aguilar el charro de México.
Esta fue una de las últimas entrevistas que le hizo a la actriz y cantante el periodista José Romero en marzo del 2015 en la Ciudad de Los Ángeles, donde se le rindió un homenaje por 70 años de trayectoria artística.
*Acompañada de familiares y amigos en el teatro Los Ángeles, Silvestre presenció la proyección de un documental sobre su carrera, su fallecido esposo Antonio Aguilar y sus hijos.
Con lágrimas, reiteró en entrevista que la parte más emocionante de su vida fue el amor que tuvo con Aguilar: “fue lo único, lo más impresionante y lo más hermoso de mi vida”.
Silvestre compartió que tras la muerte de su esposo en 2007 pensó que no podría sobrevivir, “pero aquí sigo hasta que Dios me llame para irme con él”.
En el vetusto teatro del centro de la ciudad, en la calle Broadway, cientos de personas e invitados asistieron a presenciar el documental.
Acudieron personalidades como Angélica María, Ezequiel Peña, Ana Bárbara, el cónsul de México en Los Ángeles, Carlos Sada, y el concejal José Huizar, entre otros.
El documental titulado “Mi destino fue querer”, es obra de su nuera Amelis, esposa de Pepe Aguilar.
“El trabajo se llevó años porque fueron fotos, imágenes y muchos recuerdos”, compartió Amelis.
Silvestre, cuyo nombre verdadero es Guillermina Jiménez Chabolla, originaria de Guanajuato y nacida en 1930, se mostró agradecida por el reconocimiento.
Entre sus éxitos en una carrera de 100 álbumes y 90 películas se encuentran “Cielo rojo”, “Mi destino fue quererte”, “Renunciación”, “Cariño santo”, “Gaviota traidora” y “Mi casita de paja”.
En la entrevista, antes del homenaje y acompañada por Pepe Aguilar, señaló que al ver el documental le impactó: “fue una impresión grandísima que me traumó y ese día me puse muy nerviosa”.
“Hasta vi escenas que ya no me acordaba haber vivido con mi esposo. Fue muy bello ver cómo me acariciaba y me quería, así como yo lo sigo queriendo a él”, agregó.
En el documental se hace un recuento de su infancia, de sus canciones y actuaciones y de su familia.
“Yo ya sabía toda la vida de mi madre. Desde muy temprana edad tuvimos varias pláticas donde ella misma nos enteraba qué había pasado, qué era importante”, intercedió Pepe Aguilar.
“Yo escuchaba a una mujer digna de admiración, de inspiración, porque es un buen ejemplo de perseverancia, de estar con una sola cosa en la cabeza, ser coherente con lo que quiere, en este caso su matrimonio, su esposo y su familia”, añadió.
Sobre si les gustaría grabar un dueto, Pepe Aguilar respondió que sería una buena idea, a lo que Silvestre agregó: “pero apúrate porque ya tengo chorrocientos años”.
Tanto Silvestre como Pepe Aguilar rechazaron que la música ranchera pudiera estar en peligro de extinción por quedar ya pocas estaciones de radio.
“No creo la música ranchera vaya a morir y este momento es difícil, pero es sólo una etapa, así que ojalá no”, replicó una de las cantantes más emblemáticas de la música ranchera.
A la pregunta de cómo le gustaría ser recordada, expresó con la misma tranquilidad del inicio de la charla: “que el público me recuerde con mis canciones y con mis actuaciones, eso sería hermoso”.
Flor Silvestre falleció este miércoles a los 90 años de edad en su rancho El Soyate, en Zacatecas, México.
Trayectoria de Flor Silvestre
El dominio de su voz y la técnica con que la maneja irradiando un apasionado sentimiento fueron la base de su desarrollo artístico. Con experiencia y ya con un nombre reconocido la ‘descubren’ el productor cinematográfico Gregorio Walerstein y Emilio Azcárraga en una de sus actuaciones en el centro nocturno El Patio y la invitan a que trabaje en el cine contratándola para cinco estelares, para un programa en la XEW y para que grabe su primer disco.
Tres años más tarde, en 1950, en un programa en la XEW, donde cada cuatro semanas invitaban a un cantante masculino, el artista seleccionado es Antonio Aguilar, que hace su primera presentación en esa radio. Ella ya había filmado varias películas. Allí se conocen y cada quien sigue su vida personal por separado. Pasan varios años antes de que se comprometan. Finalmente, se casan el 29 de octubre de 1959, poco antes del estreno de ‘La Cucaracha’, épica película que ella estelariza junto a María Félix.
Musicalmente, en su trayectoria hay títulos tan emblemáticos y potentes como “Canción Desesperada”, “Gaviota Traidora”, “Cielo Rojo”, “Celosa”, “Un Cariño Santo”, “Una Limosna” y, sobre todo, “Mi Destino Fue Quererte”, su canción favorita por tratarse de un nombre que se asocia de manera definitiva a lo que fue su relación con El Charro de México: “¡Un hombre tan lindo! ¡Un hombre completo! ¡Fue un hombre! Muy considerado, muy respetuoso. Un sabio. Mi esposo era un señor y me gusta mucho decirlo”.