*Con tres mundiales en adaptive surfing espera ser parteaguas en los paralímpicos
Teresita Rodríguez
La adrenalina que genera la práctica del surf, la sensación de bienestar que causa el contacto con el mar y la convivencia con amantes de deportes acuáticos, llevó a Martín Díaz Martínez a inclinarse por esta disciplina que también fue una tabla de salvación para retomar su vida hasta convertirse en uno de los mejores deportistas de Sinaloa y destacado también en campeonatos internacionales de surf adaptado.
Con un entorno adverso, la pérdida de una extremidad, los comentarios poco alentadores de su entorno social y la falta de espacios para personas con discapacidad, Martín Díaz asumió el reto de practicar el surf como deporte a los 20 años de edad, luego de sufrir la pérdida de una pierna a consecuencia de un accidente en motocicleta, actuando con entereza y perseverancia hasta convertirse en uno de los mejores deportistas en su categoría, ocupando ya un quinto lugar en un Adaptive Surfing Championship y reconocido en Sinaloa con el tercer lugar de los paratletas.
Tranquilo y sonriente a sus 26 años de edad, Martín manifestó sentirse orgulloso de formar parte de la disciplina del surf adaptado y de encabezar la lista de los mejores deportistas, abriendo paso para que llegué a ser considerado un deporte paralímpico y que muchos jóvenes puedan desarrollarse igual que él y lograr consolidar sus proyectos en los ámbitos deportivo y educativo.
“Al principio fue muy difícil porque no había otras personas en quien apoyarse, desde llevar la tabla y llegar al mar, la falta de espacios y consciencia hacia las personas con discapacidad, pero he aprendido conforme los años a moverme y enfrentar la vida como reto, incluso sortear los comentarios negativos de amigos, quienes no confiaban que podría surfear”, relató el deportista.
Para Martín una cosa llevó a la otra, su círculo de amigos, la sensación placentera de adentrarse al mar y la destreza que se debe tener para conducirse en la tabla de surf, lo que inclinó su afición hacia ese deporte.
Reconoció que el surf es un deporte caro, en el que se tiene que invertir hasta 10 mil pesos en una tabla y en traslados a otros estados para mantener su entrenamiento en playas con oleaje adecuado, que no siempre se tiene en Mazatlán.
En su caso particular, se siente afortunado porque ha contado con el respaldo de instituciones de deporte de Sinaloa para seguir desarrollándose y espera que más jóvenes puedan hacerlo en esa disciplina que se volverá paralímpica.
Para Martín fue la perseverancia su clave del éxito, que uso como escudo ante lo adverso, porque en la vida hay que luchar por lo que se quiere, por materializar los sueños y desarrollar las metas que se tienen como seres humanos
