ZAPATOS QUE CLAMAN JUSTICIA ANTE FEMINICIDIOS

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Sinmurosnews

Adriana Carlos

El índice de feminicidios sigue creciendo y el movimiento “Zapatos rojos” ha venido permeando no sólo en México sino en muchos países; busca hacer reflexionar a las personas para generar un cambio de pensamiento, romper con la estructura de la violencia porque es algo que destruye a la sociedad, expresa su creadora Elina Chauvet.

Generar esta reflexión es mejorar todo, la sociedad, eso es básicamente lo que pretende hacer este proyecto. Es un proceso, no es una idea que surge de la noche a la mañana, agrega la artista al mencionar que la muerte de su hermana víctima de la violencia doméstica marcó una pauta para el tipo de arte que hacía.

Entrevistada en Mazatlsn, Elina comenta que vivía en Ciudad Juárez, Chihuahua, allí estudió arquitectura y a los 30 se mudó a Los Mochis, Sinaloa, pero siempre su gran sueño fue dedicarse al arte, sabía que era su vocación, al principio no tenía trabajo no conocía a nadie, se empezó a relacionar con artistas locales, conocer exposiciones y empezó con la pintura.

“Estaba lejos de mi familia, de alguna manera todo el dolor lo empecé a verter en arte, pintura, la obra que hice estos años fue una catarsis, empecé con todo este proceso pintar sobre este tema, fui haciendo conciencia de algo que antes no  me había percatado, la violencia”, indica Chauvet.

Eso la hizo reflexionar, recordaba las historias de sus abuelas, sus tías, que tenían un común muy grande que eran situaciones de violencia y generalmente de violencia doméstica”.

-¿Por qué decides el utilizar zapatos rojos en esta forma de expresión? Se le preguntó a la artista.

“Es un proceso, fue madurando de la forma en que yo quería decir, hablar sobre este tema de violencia a las mujeres, comencé con pintura y luego empecé hacer otras cositas, hasta que llegó el momento que me pareció que el espacio de los museos eran muy pequeños para abordar el tema. Me di cuenta que tenía que salir al espacio público, en 2009 voy a Ciudad Juárez, cuando me vine a Sinaloa empezaban los primeros feminicidios estuve dándole seguimiento  como al de mi hermana”, indica.

Elina Chauvet dice sentir empatía con el dolor de las familias que pierden a una hija producto de la violencia porque es lo mismo, las circunstancias diferentes pero este tipo de eventos repercute en la familia de una manera desastrosa, las destruye.

“Me di cuenta que los feminicidios –en Ciudad Juárez- no habían terminado sino aumentado,  pero lo que los hace diferentes de toda esta situación era que los cuerpos no aparecían, que había muchísimas jovencitas desaparecidas, los cadáveres no los encontraban ni vivas ni muertas, entonces me nació el impulso, la idea, la necesidad de decírselo al mundo y sacar al espacio la discusión de la violencia, la visibilización de todas sus formas, así nace empezar a pensar primero en crear este proyecto”, agrega.

Subraya que crear una obra de arte es de mucha reflexión y estudio, abarca muchas cosas más una obra de esta magnitud que se planteó, porque quiso hacer algo que no fuera ni para Ciudad Juárez, ni para México sino para todo el mundo, además sin recursos.

“Allí entra  la creatividad del artista, los recursos que pueda tener para lograr algo efectivo que cumpla las necesidades de la obra en sí. ¿Qué quería enseñar? ¿Cómo atraer? ¿Qué era lo que quería que vieran? Lo que no se ve, la invisibilidad, lo que no está”, comenta.

Fueron muchas las interrogantes que se tuvo que hacer Elina para cristalizar su mensaje: ¿Cómo mostrar lo que no se ve a través de un objeto que ya no tiene uso porque la persona ya no está? Buscar símbolos conceptualmente que dieran el mensaje que se pudiera hacer en todas partes sin tener que transportarlo y que a través del proceso generara la reflexión.

“La conclusión fueron los zapatos, el espacio público, visibilizar cientos de mujeres, que son miles, fue rojo porque representa obviamente la sangre pero también el amor es el símbolo que le damos a ese color” y subraya: El zapato rojo, es una pieza que lleva un mensaje de esperanza.

“Nace del amor a mi hermana y del amor de sus familias, a sus hijas. Una persona piensa mataron a esta jovencita, fue feminicidio y ya se acaba, pero no porque eso impacta a la familia, después viene la falta de esta madre en el núcleo familiar, todo lo que genera, los hijos,  muchas cosas, pero la violencia en el seno doméstico sabemos que es la célula de la sociedad, entonces es una destrucción muy grande socialmente”, recalca.

Con ver la gran cantidad de zapatillas rojas no necesitas hablar, se le expresó a la creadora de este proyecto.

“El mensaje está muy claro, me ha tocado ver muchísimas mujeres llorando principalmente en las instalaciones (del proyecto) porque también toca muchas  fibras, en el espacio público es imponente el color rojo”, menciona.

Has vivido en dos lugares estigmatizados con la cuestión de la violencia Ciudad Juárez y Sinaloa, con carteles enemigos, se le indicó

“Son 10 años el proyecto, nadie es profeta en su tierra, ha sido un poco más difícil la instalación aquí en México. Sin embargo ha habido muchas réplicas, cuando inicié en 2009 en Ciudad Juárez ya había empezado en el 2008 ( el expresidente Felipe) Calderón, la guerra al narcotráfico y en el 2009 tuve esa preocupación de que lo que estaba sucediendo en Juárez emigrara hacia el resto del país”, refiere.

No se le dio atención, siguió la impunidad y es lo que ha generado, recriminó Chauvet, estamos viendo las cifras espeluznantes en Estado de México, en Guadalajara, las desapariciones de jóvenes han ido aumentando de manera más que alarmante. Las cifras de feminicidios en el país son ya genocidio.

¿Cómo vez actualmente la situación?

Desgraciadamente y tristemente sí lo digo con amargura, con dolor, los gobiernos siguen cerrando los ojos mientras siga habiendo jueces que dictan sentencia con una perspectiva muy machista, no tienen una perspectiva de género.

“Ves que violadores pagan fianza, alcanzan a salir, que siempre están culpabilizando a las mujeres  por como se vestían o  la hora en que andaban en la calle. ¿Eso que está generando? Más impunidad, más permiso para agredir a las mujeres y salir impunes, feminicidios, esposos que han asesinado a sus esposas que al cabo en unos cuantos años salen libre, o violadores… No es algo que yo voy arreglar, lo único que estoy haciendo con este proyecto es generando reflexión”, remarca Chauvet.

Hay mujeres abogadas que están en espacios que pueden legislar y pelear por leyes que sean de escarmiento realmente, si hay leyes pero no las promueven y no las aplican porque la mayoría son jueces hombres los que dictan sentencia las manejan y manipulan a su antojo, añade.

-¿Nunca te han intimidado por este proyecto?

“No, no he tenido ningún problema yo no trato de confrontar creo que es una tarea muy grande socialmente la que tenemos que hacer todos hombres y mujeres porque también hay muchos hombres que están conscientes, el machismo es muy marcado de que no quieren repetir estructuras de violencia, también hay muchos hombres que han roto con esa cadena”.

Reconoce Elina que si la persona no está consiente de que está haciendo algo mal no se entera y continúa haciéndolo, “pero si te dan una sacudida, te hacen abrir los ojos y darte cuenta que algo estás haciendo mal, porque la conducta se puede modificar”.

-¿Empezaste sola la obra con pocos zapatos?

“Es una obra mía, empecé el proyecto sola, claro que me ha apoyado mucha gente”.

La primera instalación de Zapatos Rojos la realizó en la avenida Juárez, en el centro de Ciudad Juárez, una calle en donde desaparecieron muchas jovencitas. La inició con 33 pares ponía los zapatos, los levantaba caminaba más adelante los volvía a ubicar y así se fue recorriendo la avenida hasta llegar al puente internacional.

Después fue a Mazatlán, durante dos años hizo campaña diciéndole a sus amigos lo que quería hacer, le empezaron a regalar zapatos, se iba los parques, a las plazuelas, se llevaba una mesa invitaba a la gente a pintar zapatos, después en facebook empezó a difundir el proyecto, y le fueron enviando zapatos amigos mexicanos, de Canadá y de Estados Unidos.

Tenía 300 pares de zapatos en dos años, fueron pocos relativamente, pero cuando inicias un proyecto la gente no cree, tienes que empezar a convencer y poco a poco hizo lo que llamó la gira mexicana la instaló en Mazatlán, después en Culiacán, en la ciudad de México, por primera vez  en el Zócalo de la Ciudad de México.

Posteriormente la instaló en la Ciudad de Chihuahua en homenaje a Marisela Escobedo, mamá de una jovencita que asesinaron a las puertas del Palacio de Gobierno en Chihuahua y por último en esa gira la colocó afuera del Consulado Mexicano en el Paso, Texas.

“Esa instalación la hice porque en el 2010 muchas activistas fueron amenazadas en Ciudad, Juárez, a la Asociación de nuestras hijas de regreso a casa les quemaron las oficinas, a Norma Andrade la atentaron, le dieron 5 balazos milagrosamente se salvó y a muchas activistas las amenazaron y tuvieron que salirse de Ciudad Juárez”, señala.

Indignada precisa que esa instalación la dedicó  a t todas las activistas que tuvieron que huir. “Es  injusto, terrible, espantoso que los criminales se queden en México hasta cierto punto protegidos y que las personas que están luchando por justicia  y encontrar a sus hijas hayan sido quienes tengan que huir”.

El proyecto se ha hecho en Mazatlán, Culiacán, Mexicali, Tijuana, La Paz, Puebla,  Toluca, Tabasco, Chiapas, ha habido bastantes próximamente en Guadalajara por segunda ocasión el 8 de marzo “Día de la Mujer”.

También se ha instalado en muchos países: Estados Unidos, Canadá, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Suecia, Francia , Italia, España, Reino Unido, Israel, Alemania (Berlín) entre otros.

-¿Cómo lograste combinar el hogar con este proyecto?

Es algo con lo que tenemos que lidiar muchas mujeres, doble jornada, a veces hasta triple jornada de madres profesionistas, el arte es difícil, no es fácil encontrar un espacio, a través de  mucho esfuerzo, mucho trabajo, sobre todo mucho tesón soy muy terca, empiezo algo y estoy allí, constante, contra viento y marea.

“Es como tener una receta, si no quitas el pie del renglón vas a lograr algo uno tiene que sortear muchas cosas ( Zapatos Rojos) pero también me ha dado muchas satisfacciones”, concluye Chauvet.

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